sábado, 27 de abril de 2013

Apoteosis en activo

Me preguntas por qué no tengo pareja después de haberme besado, de haber gritado lo más grande de tu vida. Me preguntas por qué la sodomía es pecado después de confesar que mañana es tu cumpleaños, estás solo en el extranjero y tu pareja está fuera y no quiere venir a penetrarte el domingo. Te digo que busco los mínimos desafectos, las máximas pasiones. Me contestas que me has chupado la polla porque tienes despecho de tu novio, porque lo quieres, porque toda relación es una revancha. Te miro con la impresión de no poderte querer nunca, con la sospecha de que el sexo es una actividad paralela y altamente concomitante al amor. Abro las piernas para recordarte que te he penetrado mientras tú eliges la vía de recordarme que la vida es desgraciada, que necesitas pedirme dos euros para el autobús, que estás solo en este país, que no puedes llamar a tu mamá, que querrías gritar, pero solo te atreves a llorarme que por qué no tengo pareja.