jueves, 28 de octubre de 2010

Correos a medias (p)

En la enseñanza siempre hay una pulsión erótica.

lunes, 25 de octubre de 2010

A single man by TF (p)


"¿Para qué se supone que vale nuestra vida? ¿Es que hemos de agotarla identificándonos los unos a los otros en catálogos, como turistas en una galería de arte? ¿No sería mejor intentar intercambiar alguna señal, aunque sea tergiversada, antes de que sea demasiado tarde?" Un hombre soltero. C. Isherwood

Escudriñar el interior para saber lo que uno quiere, hasta cuándo, hasta cuánto, con quién. Actuar, salir desesperadamente a gritar o sonreír y esperar que alguien quizá coloque un cuenco con comida bajo tu mesa. Un hombre desea morir porque después de su amante ya no hay nada, sin estridencias, solo la constatación. Un hombre vive empujado por un recuerdo, con la placidez que dan las monturas vitales, con aquello que sabe que en el pasado le sirvió, pero con la vaga y certera sensación de que el presente ya nada vale. Un encuentro, una ilusión, una locura no planeada, un engaño del tiempo. Y después la broma macabra, la muerte.
No sé si todos los que escriben tejen un llanto único: vivir, saber que se vive, entender qué se hace, decidir, escuchar, saber que hay un otro, ver la ola levantarse, explotar en fuegos o en cenizas, decrecer, acostumbrarse a perder, sentir que todo puede consumirse, despreciar la vida, quererla, odiarla. Y quedarte debajo de una mesa con una manta por encima y esperar a que todo pase.

viernes, 22 de octubre de 2010

Nocturno (p)

Nunca he sabido hacer podas de sentimientos y afectos

American pie (p)

"fulsere uere candidi tibi soles" Catullus. Carmen VIII

Hubiera vuelto en aquel instante a tener algo más que soledad, hubiera querido por primera vez volver atrás, no construir un presente nuevo sino volver a ser feliz y desdichado como entonces lo era. Me ha llenado volver a sentir amor, indiferencia, distancia, cariño. He desterrado la melancolía, la nostalgia. Solo volver atrás un instante, sentir otra vez sus brazos, su sexo, su amor, la sensación de que todo continúa mañana. Y regresar rápidamente, intentar ser otra vez el que dice no.
No sé adónde quiero ir, ni si voy a volver a sentir. Querría ordenar, decidir, actuar. Da igual. Verdaderamente brillaron para ti soles resplandecientes.

jueves, 7 de octubre de 2010

Calcetines y slips

Vigilé las lagunas y las encontré. Evité su mirada y su cara con maquillaje, sus pectorales generosos, su acento caribeño y sus piernas colosales. Me lamenté por no ser el que nunca fui y me refugié en la cara cruel de la otra indiferencia, en aquella que no entiende, que desprecia al que se traviste sin patetismo, que entiende las miserias de su inmadurez, que se revuelve entre sudores de noches sin drogas, que conquista la fortaleza tambaleante con aquel que le presta el hábito.
Me derrumbo para poder sobrevivir, me aíslo en un banco de la calle entre ruidos de obras que me protegen de la compañía humana. Sé que pasará, que esta noche volveré a ser el adicto que duerme y sueña con dormir al lado de quien no desea. Dejaré de recordar a la que me insultó con certeza, a la que desde la arrogancia y la impiedad no supo que dañó demasiado. Tejeré de nuevo la red de fracasos que solo conducen al éxito. Sé que nunca podré vencer, y que llorar solo será una pose más.
Despertaré mañana, si es que mañana llega a existir y me abrazaré sin manos al que está obligado a escucharme.

Notas de un adicto

Ataraxia, mantras, drogas, amor, amistad, familia, Platón, prozac, psicoanálisis, religión, consumo, placeres...: todo por reconocer la mortalidad e intentar desengancharse de la vida.

Acuerdo macabro

"Una pareja de ancianos en Málaga podría haber llegado al acuerdo de matarse ante el hecho de ser trasladados a una residencia."

La radio calificaba la noticia de acuerdo macabro, "que participa de la fealdad de la muerte y de la repulsión que esta suele causar", según el DRAE. Nos educan en la religión de la inmortalidad, ya sea laica o confesional, privada o de la especie. Parece que podamos decidir o, al menos, reclamar derechos en cualquier aspecto de nuestra vida excepto en la muerte, única realidad cierta, inseparablemente unida a la del nacimiento.
La religión judeocristiana nos promete una vida eterna tras la muerte y un valle de lágrimas mientras tengamos un cuerpo mortal, pero ese instante de transición nos es vedado por un padre omnipotente y cruel.
Las leyes castigan el suicidio y el juego de las mentalidades frívolas habla de cobardía, valentía, solución escapista y demás aderezos intelectuales.
Querría soñar con poder decidir mi último minuto acompañado de aquel que me amó con una lágrima y una sonrisa.

sábado, 2 de octubre de 2010

Kuro y Cascaradenuez (p)

Los gatos saben que la única realidad posible es la soledad y el aislamiento. Cuando encuentran a un humano que también lo sabe, nunca más se separan de él.