La etimología lo explica casi todo, al menos las esencias. Quizá es esa la valía de la cultura clásica. Descubrieron lo esencial, lo básico, aquello que nos hace humanos, y empezaron a alucinar, a disfrutar de lo artificial. Solo les faltó atreverse a cambiar más la realidad. Quizá no tuvieron tiempo, ni ganas o quizá la finura griega no tenía cabida en ese estado romano incipiente.
Me voy, me vuelvo a ir. En eso ha habido pocos cambios. Han sido casi tres meses de sufrir, pero también de sentir, de que las entrañas se vuelvan del revés y la cabeza se vaya, se marche, siga su camino y no la puedas seguir. Ahí las dos claves de la pasión, sentimiento primario rebozado de cultura humana.
Un codo muy roto y miles de sentimientos, soportar un dolor insufrible y soportar todos los usos sociales. Pérdida de la autonomía, de la libertad, saberte a merced del otro, práctica de decrepitud y muerte.
Vuelvo y no sé si vuelvo distinto. Siempre se es distinto y todo pasa... Tópicos nada farmakós
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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