miércoles, 17 de diciembre de 2008

Meses de pasión

La etimología lo explica casi todo, al menos las esencias. Quizá es esa la valía de la cultura clásica. Descubrieron lo esencial, lo básico, aquello que nos hace humanos, y empezaron a alucinar, a disfrutar de lo artificial. Solo les faltó atreverse a cambiar más la realidad. Quizá no tuvieron tiempo, ni ganas o quizá la finura griega no tenía cabida en ese estado romano incipiente.
Me voy, me vuelvo a ir. En eso ha habido pocos cambios. Han sido casi tres meses de sufrir, pero también de sentir, de que las entrañas se vuelvan del revés y la cabeza se vaya, se marche, siga su camino y no la puedas seguir. Ahí las dos claves de la pasión, sentimiento primario rebozado de cultura humana.
Un codo muy roto y miles de sentimientos, soportar un dolor insufrible y soportar todos los usos sociales. Pérdida de la autonomía, de la libertad, saberte a merced del otro, práctica de decrepitud y muerte.
Vuelvo y no sé si vuelvo distinto. Siempre se es distinto y todo pasa... Tópicos nada farmakós

No hay comentarios: