viernes, 20 de febrero de 2009

Noche llena con él

He vomitado de tequilas y amor. Solo quedan unas zapatillas manchadas y un cigarrillo que se consume como siempre, un ronroneo y una cara que me es siempre fiel. Pero solo quiero a uno. He vuelto a escribir un mensaje pero de fecilidad, la felicidad que provoca estar solo. Nadie cantaba las canciones conmigo, nadie me miraba con ojos solitarios, nadie sentía que yo era imprescindible. Por eso escribo ahora solo. Por eso necesito contarle a nadie que mis tripas solo recuerdan al que me amó. Podré volver a ser el de ayer, reír y hacer que los demás sientan algo, pero el vacío y la felicidad se hacen compañeras. Podría escribir mañana y todo parecería igual. Siento y solo siento y no hay nada más. Alguien me mira que no entiende. Yo tampoco y sin embargo todo es mágico, el alcohol lo puede todo. Volveré, no sé cuándo ni cómo, solo quizá alimentado por susurros de comida ajena, pero te quiero y todo lo demás es vaciedad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay, cari. No sé qué decir. Como siempre. Te quiero.
Chus

(no me acuerdo de mi contraseña de gmail y tengo demasiado sueño para buscarla a estas horas)