miércoles, 1 de julio de 2009

Buscando


Ayer empezó otro verano. Hubo mezcla de sexo, vapores, alcohol, ataques al corazón y vaciedades. No me sentí solo. Eso fue el día anterior. Entonces sí busque la sonrisa eterna, el abrazo que anunciara un te quiero, la celebración de la huida de la monotonía reparadora.
Ayer intenté compartir, ser un humano instalado en el mundo corriente. Y solo tuve ganas de huir, huir para chocarme con un brazo diferente, para encontrar las palabras que solo hablaran de mí. Y me encontré vestido de pieza de puzzle que no encaja.
Busqué palabras de amor sencillas y tiernas y nadie las tenía. Recorrí los caminos equivocados. Mostré casi nada de mí pero todo del traje hecho a medida con retales de otro. No tuve ganas de llorar. Eso fue el día anterior.
Soñé con viajes senequistas, con milagros ateos, con todas las sonrisas que ofrecen las nalgas contundentes. Y amé quizá a Junier. Fui capaz de intentar la seducción incontrolada pero incapaz de sentir más allá de una pasión literaria.
Reviso los días pasados y observo plenitudes. Recuerdo momentos de amor no consumados, juegos de poder infantiles, acomodos demasiado adultos y renuncias moderadas que no calman.
Busco canciones ñoñas susurradas al oído, bailes a dos muy lentos, la ilusión de una mano en una terraza, viajes a la esquina de una mirada. Me siento otra vez en el sofá pero nadie llama a la puerta.
Busco en las salidas erróneas y nadie me salva de envejecer. Todos me dicen te aprecio pero nadie me grita te espero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran descubrimiento tu blog, me encanta, sólo me sale decirte "gracias"

Ocala dijo...

Gracias por tus gracias. Espero que sigamos disfrutando con los descubrimientos