jueves, 13 de agosto de 2009

Hedoné inconcluso

Me gustó sentirme deseado, que haya una parte de mí que no ha cambiado, que todavía no entiende de edades. Pero deseé profundamente ser el tercero de aquella pareja, tener veinte años para poder seducir desde la igualdad, tener otra vez una cara no gastada, sentir que esa edad te pertenece, la quieres, es la tuya y no deseas salir de ahí. Quiero irme de la mía, pero me iré a otra peor.
Pero también hubiera muerto por sentir el amor del camarero en mi cabeza envejecida y poder ver los ojos que ya no son tuyos con la sonrisa abierta. Hubiera llorado por ir en bicicleta a su parque y que me hablara y no le entendiera y tener ganas de huir solo cuando no lo ves.
Volví a sentir como el que ahora soy, queriendo al torpe que no pudo ser. Quise a aquel que fue a Londres con 18 y no supo ser el deseo de cualquier hombre. Quise al que casi despreció todas las oportunidades de quererse. Quise volver a enamorarme porque ahora soy el que siempre fui.
Perdoné al alumno que deseó el tanga de su profesor y solo intentó ligar con su vecina.

No hay comentarios: