sábado, 23 de enero de 2010

Empalizadas y dulces de leche

"La vida es extraña, pero me gusta" Un tipo corriente

Quizá es la única clave al empezar la segunda parte. Quizá habrá más gloria, más sabiduría, más poder. Seguro hay más pérdidas, más dolor, más renuncias. Pero no puedo evitar que esto de vivir me guste, que siempre espere que algo bueno ocurra. Dos tipos enfrentados viven en mí, como en casi todos. Uno que sufre cada vez menos y otro que espera cada vez más. La literatura es un refugio, una terapia pasajera que permanece siempre fiel. No es lo único, ni una pasión, solo quizá otra manera de contarme, de establecer ententes con todos los que habitan en mi interior.
Sonrío porque me es natural, porque ahora solo necesito elegir, levantar la voz con mesura y no sentir pudor ante lo que pensé. El cambio es solo de valentía, de borrar el pasado que alguna vez fue altar de sacrificios y de reedificar las tumbas que nunca lo fueron.
Voy perdiendo la sensación de espera que siempre me acompañó. Elaboro aquellos pensamientos que reconozco en otros y que fueron mutilados por una conciencia pacata y por los alrededores estériles. No hacen faltas coartadas para ser ni hilos directos con el más allá. El más acá tampoco existe y solo me procuro ruedas que no me atasquen en aquello que nunca quise ser.

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