lunes, 19 de octubre de 2009

Tributos renovados

A trompicones pretendí destruir su imagen y a trompicones me acostumbré a vivir sin él. No sirven de nada los escritos, las terapias, las promesas de futuro ni las búsquedas del más acá.
Renuevo los votos de su amor en cada olvido y resurjo sonriente de su ausencia en cada caída. Palpito y me desvivo en cada reconstrucción. Recolecto gestos, palabras, movimientos sexuales que me traigan algo de lo que fui.
¿Curación? solo asunción de las esencias.

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