sábado, 31 de diciembre de 2011

Y en el reloj de antaño...

Esta noche, como todas, me acordaré de todos los que me abandonaron y de todos a los que quise en balde. Lloraré por mis amores gastados y por el horror vacui que siempre es amar. No dramatizaré (me lo impiden las hormonas) pero acabaré con el estómago lleno y el corazón encogido, encogido de soledad porteña. Y llenaré los pulmones hasta olvidarme de todos sus nombres.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Fortuna iuvat audentes

Ando todavía impactado con su historia: madre alcohólica, padre que la felicita por facebook tras meses sin verla, padrastro que insulta a su madre... Se siente culpable de una vida que no es la suya y en su casa solo recibe la mierda que sus progenitores diligentemente le proporcionan. Y entre todo ese detritus, es capaz de enamorarse, de sentirse por primera vez. Tiene energías para querer ser feliz.
Y el profesor llegó tarde a la sesión de evaluación. Y el director ya había manifestado su disgusto por esa tardanza. Y el profesor supo después que el director hablaba mal de él. Y el profesor se sintió feliz y orgulloso. Después tuvo ganas de llorar por ella.

martes, 6 de diciembre de 2011

Kuro y las apariencias

No formo parte de la Historia. No me invitaron a vivirla ni sabré nada de ella después. Solo me reconozco como animal de afectos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Mi sueldo de profesor público

En estos días me siento como vaca previa cita al matadero. Oigo, veo, leo los medios de comunicación que pronostican que me quitarán las chuletas, el tajo bajo o que me harán un corte a la argentina. Sigo con mis clases, mis alumnos, con esa tarea, tan capital según dicen, de la educación, pensando si van a reforzar mi autoridad o van a cambiar otra vez el sistema educativo, pero viendo que, a efectos de todo, sigo siendo el funcionario sospechoso de causar todos los males, vago, portador de demasiadas vacaciones, pocas horas de trabajo, una desidia cuasi institucional, y, lo más importante, digno de escarnio público.

Leía en un periódico serio que Cristiano Ronaldo buscaba casa en Como a partir de cinco millones de euros. Sé que no tengo sus piernas, sus abdominales, su cara, sus maravillosos glúteos. Sé que no levanto las mismas pasiones que él cuando paseo por clase hablando de ablativos, libertades, autonomía personal, discriminación, igualdad social, autoestima. Sé que juego muy mal al fútbol, siempre ha sido así.

¿Pero de verdad mi aportación al bien social (formar científica y humanamente, en valores, a mis alumnos) vale tan poco para esta sociedad? Disfruto con mi trabajo, pero me siento un paria cuando compruebo lo que efectivamente piensa de mí la sociedad a través del sueldo que me da y que da a otros.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La viejuz

¡Da un acojono esto de ser un adulto y de k te traten como tal!

viernes, 28 de octubre de 2011

Tiempos de VIH

Mi cuerpo es un sumidero de armas químicas. Unas se van uniendo a otras para compensar desajustes, malas pasadas, malas erecciones. Y sé que ya no hay salida, que así será siempre hasta que llegue la gran explosión final...

lunes, 10 de octubre de 2011

El programa declarado del PP

Dicen que el PP tiene un programa que oculta a los ciudadanos para que no sientan temor y les voten. Nada más alejado de la realidad. Su programa es claro y evidente. Solo hay que ver su labor de oposición en el Congreso y las acciones de gobierno en las comunidades autonómicas donde mandan o apoyan a otros (léase Cataluña). He aquí algunos ejemplos:
- homofobia: recurso de inconstitucionalidad contra la ley de matrimonios homosexuales.
- nacional-catolicismo: apoyo explícito y participación en las manifestaciones de la Iglesia Católica en contra de cualquier otro modelo familiar que no sea el católico.
- antiabortismo: voto en contra de la actual ley del aborto y cuestionamiento de la anterior.
- herencia franquista: Fraga ha sido senador por ese partido, postura en contra de cualquier revisionismo hacia el franquismo y votaciones en contra de la retirada de símbolos fascistas en nuestra sociedad.
- manipulación televisiva: frente al modelo de una televisión pública y plural, sometimiento a los intereses de partido en cadenas como Telemadrid y Canal Nou.
- despilfarro y mala gestión de los recursos públicos: aeropuerto de Castellón, caso Palma Arena, trama Gürtel, trajes de Camps, visitas del jefe del estado del Vaticano, subvenciones innecesarias a empresas privadas...
- privatización de la sanidad y educación públicas: Madrid y Valencia.
- gestión de la ley de la dependencia: boicot sistemático en comunidades como la madrileña.
- recortes en educación y sanidad públicas: Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia y Cataluña.
Esta es la derecha que quiere gobernarnos. Si algunos quieren taparse la nariz y mirar hacia otro lado, desde luego no con mi voto.

domingo, 9 de octubre de 2011

20 N: mis razones del miedo al PP

Tengo la sensación de que esta gran crisis es realmente la gran tomadura de pelo que todos en alguna medida estamos tragando como buenos hijos de Dios. Oía decir a un economista cristiano que dinero hay, la cuestión es donde y para qué. Mi hermano, que no tiene estudios pero sí mucha sabiduría, me preguntaba por qué los socios de la Unión Monetaria, si querían de verdad ayudar a Grecia, no le daban préstamos baratos para que pudiera salir de la crisis, y no créditos carísimos que saben que no van a poder pagar. Solo pude decir claro y recordé lo que quiero a mi hermano.
Los que tienen el dinero observan cómo nos despojamos poco a poco de todos nuestros ideales y nos dejamos violar sin recato. Nos roban el sueldo, el trabajo, la idea de que todo puede ir a mejor, nos esquilman la sanidad y la educación públicas, nos recortan derechos, pensiones, posibilidades de ser y querer morir. Mientras, se masturban viendo cómo sus ministros en la tierra nos prometen el cataclismo universal y nos van despojando de nuestra dignidad mientras nos conducen al Minotauro como pago por la paz.
En España y en todo el mundo nos jugamos algo más que un recorte de sueldo o una subida de impuestos. Nos jugamos un cambio de modelo, un cambio de reglas del juego en este estado del bienestar precario. Esta es la verdadera refundación del capitalismo del que hablaban: un mundo más hostil y menos solidario, un estado donde el dinero y sus adláteres tengan derecho a fagocitar el ansia de que todos vivamos bien.
Es la primera vez que siento miedo pensando en el futuro, no por la economía, eso es lo de menos, sino por temor a pasar de ser ciudadano a cliente, por temor a que vigilen cuántos análisis debo hacerme al año, de no tener la medicación adecuada, la atención debida. Me pone triste pensar que voy a tener que elevar mi productividad, que probablemente tendré que moderar mi lenguaje si no quiero pasar a ser sospechoso de algo.
Estos años atrás han sido los más felices de mi vida. No solo me he sentido orgulloso de mí mismo y de mi deseo sino que una ley me ha dicho que sí, que lo que yo sentía estaba bien sentirlo, que lo podía sentir, en definitiva, que existía para la sociedad. Lloré cuando vi a los diputados aplaudiendo la aprobación de la ley de matrimonio homosexual. Era la celebración del cumpleaños. Allí se celebró que tenía derecho a besar, a querer, a usar de mi libertad como todo el mundo. Fui muy feliz aquel día y también lloré de dolor al recordar cuánto me han hecho sufrir, cuánto dolor me han causado, qué responsables son de lo que yo me dañé a mí mismo. Estos años me han dado el coraje para denunciar si alguien me maltrataba con la palabra. Por una vez he sido objeto de protección legal y no de acoso socialmente asumido y promocionado.
Y ahora se me dice que me desnude lentamente y, en aras de que la economía mejore, vea la imágenes de Fraga en el senado, de los líderes del PP manifestándose junto a la iglesia católica, que me tacha de enfermo, y reclamando que yo no vuelva a existir, la imagen del recurso de inconstitucionalidad, de las privatizaciones de la sanidad y educación, del desmantelamiento progresivo del estado de bienestar.
Tengo miedo de que gane el PP, y tengo miedo de volver a sentir miedo al salir a la calle. Tengo miedo de tener que volver a callar, a bajar la mirada. Tengo miedo de volver a sentir que tienen razón cuando me insultan, cuando me dicen que soy inferior a ellos. Tengo miedo de tener que volver a sonreír y bajar la cabeza cuando me griten maricón entre carcajadas y la gente no diga nada porque no es necesario decir nada.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Isaac (mp)

La juventud solo es a los veinte. Lo demás son eructos de una gran comilona.

lunes, 18 de julio de 2011

Verdades evidentes pero siempre dolorosas

Quién te quiere y a quién quieres. Cómo quieres y cómo te quieren. Cómo quieres que te quieran y cómo quieren que los quieras. Al final solo estás solo.

martes, 19 de abril de 2011

Edipo postcoital

Sin duda fue demasiado para mis diecisiete años y desbordante para sus cuarenta y nueve. Ella era abierta, pero con sólidas convicciones morales, heredadas del nacional-catolicismo y sometidas al imperio de la Razón. La diferencia está bien para el otro. Este era el mensaje más o menos difuso en esa casa con acequia.
Como casi siempre, quise ser adulto y me equivoqué. Y al lado un adulto que tampoco quiso o supo y que se equivocó todavía más. La conversación fue un disparate: negación de lo obvio, acusaciones de todo tipo y en ningún momento ninguna apelación al cariño, a la ternura, al bálsamo familiar, al pobre niño que crece y tiene muchísimo miedo.
Los intentos posteriores acabaron igual: yo, un caballo desbocado como solo en familia; ella una adolescente que no sabe que es madre y no para de chillar yo y yo. La última marcó el inicio de la separación definitiva, la apertura al mundo adulto, a ser un individuo solo que heredó vínculos.

lunes, 11 de abril de 2011

Epístola moral a una ministra

Señora Ministra de Sanidad:

Me confieso un descarriado, un inadaptado en esta sociedad de pretensiones de inmortalidad. Aunque imagino que está bien soñar que es así. Quizá podría cambiar el nombre de su ministerio por el de Inmortalidad. Ya me dijeron hace tiempo que era mortal, que el principio del fin podría producirse en cualquier momento. Para ello tomo diariamente unas cuantas pastillas. Pero sé que moriré. No sé cuándo, pero llegará. Me gusta vivir, pero vivir como pueda y quiera. Mis análisis son buenos, mi estado general casi excelente, como verduras, frutas, alimentos saludables, pago mis impuestos casi gustosamente, trabajo con decoro y dedicación, soy amable, sonrío cuando puedo.

Pero me gusta fumar, quiero fumar. Comprendo Su preocupación por la salud ajena, comprendo que no debo molestar al prójimo. Pero sus motivaciones son algo más puritanas para mi desgracia. Pretende decidir cómo debo morir. Pretende inmiscuirse en mis pocas decisiones personales. Entre mi cigarro y yo pretende establecer un valor supremo, el de Mi Salud, pero sin preguntar, sin querer saber mis razones.

Su última campaña de fotos desagradables no me hará desistir en mi empeño, el de ser un poco libre a pesar de mis marcadores tumorales. Me siento agobiado (también un poco honrado por tanta dedicación) y cada vez más ciudadano, ciudadano que se arroga en la misma medida que Usted el derecho a chillar, esta vez no mediante fotos (prefiero los cuerpos desnudos, son menos agresivos) sino con palabras.

Sigo escribiendo con el cigarrillo en la mano e imagino el gesto de cabeza negativo. No sé qué se sentirá Usted, si valenciana, española, europea… Yo tan solo un animal humano al que trajeron aquí hace bastante tiempo. Querría dejarle la construcción de naciones e ideales a Usted.

Tan solo me conformaría con que no me chillara más.

All I wanted is to survive

Me gustaría escribir, pero ahora toca solo vivir. Las excusas son buenas para el invierno, para el otoño que deshoja pasados. Ahora sale el sol y la vejez avanza, pero solo queda hoy como esperanza de futuro. Nada más que hoy para sonreír con ojos de nuevo interesados. Únicamente hoy para que nada sea cine de nuevo.

viernes, 4 de marzo de 2011

De psicopedagogos, padres y demás adláteres

Leo en un periódico una inquietante noticia a tamaño considerable. Un ilustre presidente de una asociación de psicopedagogos y una de asociación de padres claman contra el dislate de tres viernes festivos en poco menos de mes y medio. La tendencia de los seres humanos a buscar la responsabilidad en otros y a modificar solamente lo banal es infinita. Los males del sistema y de la práctica educativos son grandes pero no había caído en lo desastroso de esos viernes para el futuro de nuestros estudiantes. Reflexionaba sobre la realidad de nuestras aulas, sobre un sistema educativo que se basa fundamentalmente en lo fantasmal. Pensaba en los alumnos díscolos y su entorno familiar, en los profesores que no los ven como personas en proceso de formación y desvalidos ante sí mismos y los demás; y pensaba en todos los planes educativos, programas y demás organizadores del alma humana.
Entonces me acordé de aquella orientadora-psicóloga-pedagoga que nos arengaba en una comisión de coordinación pedagógica sobre el trato a los alumnos, el cumplimiento de sus expectativas y el verdadero foco de atención que eran sus intereses. En aquel momento sonreí solo con desconfianza. Al cabo de los meses cambió mi mueca cuando asistí al baile de expulsados de la orientadora-profesora y sus amargas quejas ante unos alumnos de casi dieciocho años que no le hacían caso. Y de nuevo volví a pensar: suum cuique (a cada uno lo suyo).

domingo, 23 de enero de 2011

La boda de Ítalo (p)

Ítalo se casó. El cliente estaba invitado a la boda. No fue: demasiadas farsas, demasiados coqueteos con el absurdo, con la virtualidad, con el no ser. La cita fue tranquila. Le contó la alegría por los preparativos y esa parte de su secreto que el cliente intuía. Su rostro reflejaba su estado de ánimo, pletórico, y los dos reían por esos aires de boda hetero que le exigía su novio.
Al cliente se le esponjó el corazón, vio por primera vez esa distancia que los separaba y que los unía. Lloró de alegría en su interior cuando esos labios relataban los papeles por fin ansiados, el viaje a su país con su nueva casa, casi acabada y habitada por su abuela. Su cara era más joven.
Brindaron por sus papeles, por sus sueños, y el cliente sintió su edad, su necesidad de cuidar. Deseó solo tener ese cuerpo y poder sentirse digno de él. Tuvieron sexo, intenso, explícito, de bocas que solo desean el miembro del otro, de bocas que hacen jadear como orgamos. Los dos se corrieron como lo hacen los enamorados. Los dos fueron felices por un instante. Y los dos se arreglaron deprisa, inquietos, felices como lo hacen los infieles.
El cliente añadió más dinero al regalo de boda. Se abrazaron como familiares incestuosos. No se besaron en la boca, casi nunca lo habían hecho. El cliente vio el brillo de sus ojos, la lágrimas reprimidas. Le deseó verdadera felicidad, próspera individualidad. Dijo sí a un banquete a dos, en su casa.
Todo fue otra vez armoniosa locura, delirios de realidad.

lunes, 17 de enero de 2011

Cómo hablar

... Y el zorro quiso huir adonde nadie le raspara el corazón.

Y el verbo nunca se hizo carne... (p)

sábado, 15 de enero de 2011

Plan B (p)

Aquí hay mucha niebla. No sé si hace mucho frío. No he salido a la calle ni creo que salga. Por mi calle pasa poca gente. Es interior, hay unos cuantos árboles y una plaza pequeña y fea. No es una calle de paso. Aquí vi mi primer muerto, un niño ahogado. Ahora solo escribo en el ordenador y miro por la ventana. Querría un jardín dorado y verlo soriendo, pero solo pasa gente que va al supermercado, poca, es la hora de la siesta. Podría ir a no sé dónde o salir a pasear para ver caras desgastadas, pero fumo vapores y recuerdos. Los nombres no envenenan los sueños, los unen. Me gustaría soñar a dos, como se puede dormir a dos, aunque al final nunca duermas con nadie, solo al lado de alguien, encima, debajo... Algún día caminaré despacio y ya no habrá planes b, no habrá canciones, series, películas, diálogos, guiones por hacer. Pero ahora tengo la botella de agua al lado, la bebo.
Son las cinco de la tarde y suena President, pequeña ópera trágica de ambigüedades y gestos. Me gustaría que solo importaran los gestos, pero sonrío, es inevitable.
Iré a Copenhagen, donde nunca se encuentra la soledad...

jueves, 13 de enero de 2011

Noemí

En los tiempos de la primera transición oía a menudo la apelación a la mano dura: los españoles no éramos capaces de ser en libertad. Pensaba en mi ingenuidad infantil que si la mayoría quería la democracia, ya no había ningún problema. Después aprendí que en sociedad siempre hay alguien que con su libertad aplasta la de otros.
En esa mirada infantil me impactaban los versos de una canción: "pero yo solo he visto gente muy obediente hasta en la cama, gente que tan solo pide vivir su vida, sin más mentiras, y en paz". Los gurus de la oscuridad anunciaban las sietes plagas con una sonrisa de superioridad macabra. Cuando oigo a muchos profesores, padres y demás adultos carentes de memoria propia hablar de las cachorros humanos, siento esa misma sensación.
Noemí tenía dieciséis años, era morena y todos los fracasos escolares posibles. Los informes la calificaban de habladora, nada interasada en los estudios y perturbadora del orden de la clase. Tenía una risa estridente que estallaba por cualquier motivo, se preocupaba de su pelo y arreglo con dedicación. Un día se acercó con su sonrisa habitual, aunque algo más fuera de sí, pidiendo un psicólogo. Lo pedía como quien pide un caramelo o un regalo barato. Después, ya fuera de la clase, me habló de su familia, de los maltratos, del miedo a su padre que portaba pistola, de una separación que podía anunciar muerte, del pánico a vivir. Lloró. Nunca había hablado con nadie. Nadie sabía su historia. La acompañé al psicólogo. Estaba nerviosa pero agradecida.
Dos años después, me saludó por la calle otra vez, con su sonrisa franca y su pelo teñido de rubio. Estudiaba peluquería y su expadre estaba muy lejos, en otra ciudad. Todo marchaba bien. Me dijo que había estado en el insituto y que había preguntado por mí. Me dijo que seguía igual de guapo. Nos despedimos con alegría verdadera. Hoy la he vuelto a ver y su sonrisa sigue tranquila.

miércoles, 12 de enero de 2011

Desagravio de amor


"Solo es posible agachar la cabeza y decidir, decidir ser y querer y cerrar los ojos a tu esencia"

Se olvidan los sufrimientos del desamor, de los miedos ante la debilidad, de la idea de que la vida es ridícula y sin sentido. Te acostumbras a ser otra vez solo, te aseguras en las pequeñas cosas que hacen tu vida igual o diferente. Y deseas la rutina, la rutina de los animales, fuera de toda emoción salvaje, de toda pasión descontrolada. Te prometes que la próxima vez sabrás vivir mejor, sabrás controlar tus impulsos, sabrás dejar atrás las penas negras que solo pertenecen a ti mismo.
Me gustaría borrar las últimas horas, las últimas palabras, los últimos ojos tristes que se contagian. Me gustaría sospechar que es difícil vivir en las inseguridades, que las culpas están en los hados o en la sociedad. Sería sencillo buscar culpables pero imposible encontrarlos.
Ahora camino con seguridad, la seguridad del que solo quiere seguir, del que aspira a todo con las manos de la inocencia.

domingo, 9 de enero de 2011

Al cerrar la cremallera de la mochila (p)

In my place...

...y aquella noche el profesor se acostó con ganas de soñar y amar.

viernes, 7 de enero de 2011

Geocaching real...

No hay nada como dejarse llevar si hay alguien que quiere tirar de ti.